Torta que elaboramos con la misma masa de nuestras hogazas y le añadimos un chorro de aceite de girasol, una vez tendida la masa; para finalmente hornearla en nuestro horno de leña de fuego directo. La cocción en nuestro horno le aporta la combinación de colores tan característica, combinando los tonos claros junto con más manchas más oscuras.

El éxito de nuestras tortas reside en la materia prima con las que son elaboradas, recordando que es la misma masa de nuestras hogazas, las reinas de nuestro obrador. El resultado que obtenemos tras darles el ligero baño de aceite antes de su cocción, es un producto blando y que carece de la corteza característica de la hogaza.

La torta se trata de un producto muy versátil dentro de la variedad del pan: ideal para comerla sola, para acompañar cualquier comida (sobre todo por aquellos públicos cuya dentadura le cuesta morder alimentos duros), para rellenar con los ingredientes favoritos que prefiera cada cliente, pudiendo admitir relleno tanto dulce (mermeladas, crema de cacao, etc.) como salado (jamón, chorizo, lomo, queso, etc.).

Y para los más apañados de la casa que deseen realizar una pizza 100% artesana y de una manera saludable y rápida, no tienen más que pedir una torta, recibirla a la puerta de su casa y abrir la torta al medio; de modo que nos quedarían dos bases de masa de pizza que condimentaremos al gusto. Una vez colocados todos los ingredientes, introduzca la torta en el horno para así dar el toque final al fundir el queso con el resto del condimento que le haya puesto y... ya solo queda saborearla y ¡chuparse los dedos!